Fases de los Derechos Fiduciarios
El hecho de adquirir derechos fiduciarios contempla las siguientes fases.
- La primera fase es cuando se realiza la inversión inicial comprando los derechos fiduciarios, como participaciones en un fideicomiso o patrimonio autónomo administrado por una Sociedad Fiduciaria, por medio del cual el inversor se convierte en propietario de una fracción del proyecto que suele oscilar entre un 10% y un 20% del valor del mismo.
- La fase dos consiste en efectuar los pagos periódicos mensuales, que se llevan a cabo durante el tiempo requerido para terminar la construcción del proyecto.
- La tercera fase o de explotación, inicia cuando el inmueble que es propiedad del fideicomiso se ha terminado, es así como el producido que es la renta, será distribuida entre los diferentes inversores titulares de derechos fiduciarios de forma proporcional a su inversión.
Ventajas de los derechos fiduciarios
Los principales beneficios que ofrecen los derechos fiduciarios son:
- Si por cualquier motivo el proyecto llega a fracasar o no se lleva a cabo, los inversores recibirán de vuelta sus recursos, así como los rendimientos que se hayan generado por el capital invertido.
- Para la transferencia de inmuebles, el ahorro en dinero es sustancial en relación con los trámites, impuestos y registros que se originan con este tipo de movimientos.
- Hay diversificación en el riesgo de la inversión, ya que, si un inmueble es desocupado el rendimiento del inversionista es compensado por la ocupación de los otros.
- Es ventajoso para los inversionistas que residen en el exterior, ya que les permite recibir el rendimiento generado por explotar los inmuebles. Además, la administración llevada a cabo por el fideicomiso se encarga de todos los trámites como: pago de servicios públicos y el impuesto predial.
